El estreñimiento es un desorden en la función intestinal muy frecuente en los países occidentales.
Esta afección, cuando se hace crónica, genera daños que pueden afectar considerablemente la calidad de vida. Al malestar que de por sí genera problemas orgánicos, se vincula a la acumlación de toxinas en estado gasesoso producidas por la fermentación o putefracción de los resdidos alimenticios que no ha sido totalmente transformados por las partes superiores del sistema digestivo. En consecuencia, el estreñimiento suele empeorar, se altera la flora bacteriana y se produce una depresión de las estructuras inmunitarias que tienen una función vital en la parte terminal del intestino.
Cuando los residuos alimentos no se eliminan rápidamente, pueden atravesar las paredes intestinales, provocando daños. En primer lugar, pueden afectar al hígado, que selecciona y transforma parte de los residuos antes de que se mezclen con la sangre. Luego, afectan al sistema de defensas, eliminando otra parte a través de la saliva hasta llegar a los tejidos de menor importancia para el organismo, las grasas y la piel.
El aparato intestinal, aloja una variada flora bactariana que cuando es saludable, es un elemento central para la salud y el bienestar del organismo en tanto favorece la evacuación y activa los recursos inmunitarios locales. Cuando por el contrario, la flora intestinal es inadecuada (disbacteriosis), esta puede ser dañina para el organismo.
Al nacer, el tuvo digestivo es prácticamente aséptico, pero va adquiriendo su propia flora gracias a los aportes b acterianos que recibe de la leche materna y luego, de otros productos alimenticions. Las varias clases de bacterias se van instalando en el tubo digestivo de acuerdo a su conveniencia. Así, la flora bacteriana suele ser escasa en el estómago y el duodeno, ya que al tratárse de ambientes ácidos, no resulta no resulta adecuado para la supervivencia de las bacterias. Pero en las partes más bajas tubo digestivo, la flora se incrementa, fudamentalmente en el colon en donde lactobacillus, bidifus y bacteriodies conforman una asociación muy saludable para el organismo.
La función de la flora bacteriana es:
Defender la zona del colon del asentamiento de especies patógenas de bacterias
Descomponer los residuos alimenticios que aun no han sido digeridos completamente
Producir algunas vitaminas como B2, B6, B12 y K
Mantener el ambiente óptimo para el buen funcionamiento del sistema inmunitario intestinal
Controlar el colesterol de la zona
Por todas estas razones resulta esencial mantener la flora bacteriana en buenas condiciones.