Sistema cardiocirculatorio

Por su constante trabajo de distribución de oxígeno y sustancias nutritivas, el corazón y la circulación sanguínea, constityen dos elementos básicos para el organismo humano.

El corazón, envejece como todas las demás estructuras del organismo, aunque tal vez en menor medida que otras músculos más estirados y lisos. El músculo cardíaco trabaja sin interrupciones durante toda la vida y se fe afectado tanto por la inactividad como por los esfuerzos excesivos. Necesita, aún más que otros tejidos, una cantidad adecuada de oxigeno, suministro sin el cual no podría mantenerse activo.

Un carón sano sin afecciones (ni congénitas, ni adquiridas) tiene la capacidad de bombear sangre de acuerdo a las necesidades del organismo, incluso cuando estas sean extraordinariamente importadas, esto es posible si éste se encuentra debidamente entrenado.

El riesgo de problemas cardíacos está relacionado con:

  • La arterioeslerosis coronaria: debido al depósito de sustancias grasas en la pared interna de las arterias del corazón, estas se vuelven más estrechas y pierden elasticidad. Ello requiere que el corazón realice un esfuerzo mayor y el aporte de sangre y oxígeno a los tejidos periféricos e incluso al miocardio.

  • La hipertensión arteria: aumenta considerablemente el esfuerzo que debe realizar el corazón.

Cuando falla el músculo cardíaco

Antes de fallar, el músculo cardíaco manifiesta su sufrimiento con un aumento de la frecuencia de las pulsaciones durante su funcionamiento. Se trata de un síntoma que debe tomarse con seriedad.

Un segundo síntoma, aún más grave que el anterior, es la precordialgia o angina de pecho, que indica una disminución aún más importante de la oxigenación de la zona coronaria y representa una seria amenaza de necrosis para el miocardio.