Variaciones del tejido conectivo

El tejido conectivo se encuentra en muchas partes del organismo pues constituye el soporte de todos los órganos y todos los tejidos.

Esta formado por células y un componente fibroso y elástico que contiene colágeno. Contiene además vaso y filamentos nerviosos que los conectan con las estructuras de las cuales forma parte. Gracias a estos vasos terminales, sanguíneos y linfáticos, funciona como intermediario en los intercambios de oxígeno y sustancias nutritivas entre la sangre y las células del organismo.

El tejido conectivo tiene funciones mecánicas, pues forma parte de las estructuras óseas, cartilaginosas y protectoras, ya que también se encuentra en la grasa subcutánea y algunos de sus elementos como las células plasmáticas, producen anticuerpos específicos de acción local.

Otras de sus células, los fibroblastos, son fundamentales para mantener el tono de los tejidos blandos y por el sostén que ofrecen los huesos y los cartílagos, se trata de elementos que segregan los componentes elásticos de la piel, especialmente el colágeno, los cuales estimulan cartílagos y huesos así como células específicas (condroblastos y osteblastos). La reducción de la producción de colágeno es un signo propio de la vejez y afecta, no solo el estado de la piel sino su función respiratoria, consecuentemente, la atrofia y la menor elasticidad de los tejidos pulmonares, favorece el desarrollo de efisemas lo que limita la respiración (la absorción de oxígeno a través de los alvéolos deja de ser óptima para el organismo)