Un avion comercial que vuela a una altura entre 8000 y 1000 metros. A esta altura, la temperatura exterior es extremadamente fría y la concentración de oxígeno es muy baja. No obstante, los aviones modernos poseen mecanismos capaces de reproducir las condiciones de presión atomósferica a unos 2500 metros de altura, de manera tal que la gran mayoría de los pasajeros tengan un viaje confortable. Sin embargo, existen algunas molestias que pueden presentarse a saber:
Se trata de una molestia harto frecuente sobre todo en el descenso, cuando el avión pierde altura. El dolor se produce cuando la trompa de Estaquio colapsa. Para evitar este malestar, se recomienda tragar saliva o masticar chicle.
El aire acondicionado de la cabina a menudo suele ser excesivo para muchos pasajeros. Se aconseja tener en cuenta este detalle y llevar algún abrigo.
Los cambios de presión durante el vuelo pueden dar lugar a malestares intestinales. Para evitarlas, lo que se aconseja es no tomar gaseosas o alimentos que favorecen la formación de gases.
Este trastorno puede producirse cuando el aire interior del avión es demasiado seco. Sin consecuencias importantes solo puede ser una molestia para quienes utilicen lentes de contacto. Tener un colirio a disposición será sin duda muy útil en estos casos.
La ligera disminución de oxígeno puede generar cefaleas u otros trastornos similares en personas con predisposición. Una analgésico puede ayudarlas a sobrellevar la molestia durante el viaje.