Las travesías y paseos al aire libre nos exponen a los efectos de la luz solar. Los rayos solares son beneficiosos para la producción de vitamina D, necesaria para la caldificación dels huesos, pero también pueden ocasionar lesiones muy peligrosas en la piel.
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Pero el sol, como fuente de claro, puede ser también perjudicial por el calor que transmite al cuerpo. El organismo puede eliminar el exceso de calor a través del sudor pero tiene sus límites, si esto sucede, puede porducirse alteraciones tales como calambres o insolación.
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Algunos consejos para protejernos del sol durante una caminata:
- Llevar un sombrero o equivalente en la cabeza, para proteger la cara, la cabeza y el cuello.
- Llevar los hombros cubiertos la mayor parte del recorrido. Se trata de una zona que sufre con frecuencia los daños de la exposición solar.
- Evitar circular más de media hora deba del sol intenso. Esto es especialmente relevante en el verano o en la nieve.
- Beber líquido. Lo ideal son las bebidas especiales para deportistas que permiten una reposición de sales minerales.
- Emplear un protector solar adeducado a cada tipo de piel.
